Tomen las siguientes palabras como un favor porque les voy a ahorrar tiempo valioso en la búsqueda del disfraz perfecto. Solo tienen que ir a un espejo y preguntarse: ¿Y si nos quitamos las máscaras por un día?
Tanto tiempo perdido pensando en querer ser alguien más cuando la verdadera celebración sería mostrar nuestro verdadero ser. Y dejar de esconderlo detrás de una fachada.
Pensar en qué antifaz nos vamos a poner cuando todos los días disfrazamos nuestro interior. Nuestros valores. Nuestro ser. Y todo para darle gusto a los demás.
Cuando estén al frente de ese espejo aprovechen para recordar hace cuánto no son fieles a sus principios. En qué momento dejaron de ser lo que eran para que ese disfraz se convirtiera en el uniforme diario.
Por una vez hagamos algo diferente y seamos nosotros mismos. Así, sin máscaras, quizás ese sea el disfraz más original al cual podamos llegar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario