lunes, 31 de octubre de 2011

La política del amor

Los bogotanos me tienen triste, casi que decepcionado. Petro ganó las elecciones a la Alcaldía y ahora lo tildan de guerrillero, de delincuente. El odio se tomó nuestra ciudad. No hay perdón, no hay olvido, no hay reconciliación.

Sinceramente me preocupa más que Petro haya sido del Polo que del M-19. Sin embargo, luego de escuchar su discurso vencedor he optado por aplicar la política del amor. Ya lo dijo en su discurso, "la política del amor triunfa". Házte a un lado Ricardo Arjona porque tu competencia ha llegado. Tenemos alcalde y poeta urbano.

Bogotanos, dejen el odio, apoyemos la política del amor de nuestro nuevo alcalde Gustavo Petro. ¿Quién se anima a recibir amor de Petro? Porque con la política del amor nos la enterrarán durante 4 años. Hasta el fondo. Aunque no me ha quedado claro es si con la política del amor Petro es candidato electo o erecto. Si es esto último lo más conveniente es no darle la espalda al nuevo alcalde.

Muchos entendieron la política del amor de Petro al ver a su esposa. Otros resaltaron que el nuevo alcalde tiene 6 hijos, a lo que algunos respondieron de prisa:  "¡Que le compren un televisor!" Todo eso, mis queridos amigos, hace parte de la "política del amor".

Así que si hay alguien que va a cambiar a nuestra ciudad es Petro, una persona que en su pasado repartió plomo y que hoy está dispuesto a repartir amor.

Pero no teman conciudadanos, lo único bueno es que Petro apenas tendrá 1 año de gobierno. ¡Contamos con ustedes Mayas! No nos defrauden. Estamos en sus manos.

martes, 25 de octubre de 2011

¿Por quién votar?

Las elecciones a la Alcaldía de Bogotá además de resumirse en “el dime con quién andas y te diré quién eres”, ha estado marcada por una campaña negra. Tan negra que Petro se cree Mandela.

Las críticas se han enfocado principalmente en las personas que rodean a los candidatos y no en las virtudes que pueden reconstruir la confianza y la seguridad en Bogotá. Incluso los debates han estado marcados con comentarios mordaces, como cuando Peñalosa le dijo a Petro que él no había administrado ni un parqueadero. Algunos no demoraron en decir que ese sería un nuevo requisito para ser Alcalde de la ciudad. Un comentario bastante acertado ya que hoy en día por los problemas de movilidad se mueven más los carros en un parqueadero que en la ciudad.

Sin embargo, es tiempo de destacar lo positivo de cada uno de los candidatos. Empecemos por el progresista Gustavo “Faústico” Petro. Lo admirable de él es su capacidad de desligarse del grupo guerrillero y el partido político que más daño le han hecho a Bogotá. Definitivamente él tiene el Factor X, ex guerrillero, ex militante del Polo y quién sabe si solo quiere ser ex alcalde. A punta de argumentos ha logrado convencer a tal punto que lidera las encuestas. Y a los que aún no le creen él los intenta seducir con su política del amor.

Mientras tanto ahí va Gina con Mockus adquiriendo cada día más fuerza. En los debates ha mostrado que su parecido con Noemí es solo en lo físico, porque sus respuestas se han destacado por encima de los demás. Tanto que la revista Dinero va a votar por ella porque tiene el mejor programa de todos los candidatos. Sin embargo Gina me cautivó cuando leí que va a cambiar la banda chanda por la banda ancha. Esa es la ciudad que deseo, igualdad para todos.

¿Y que decir del urbanista transformado en uribista de Enrique Peñalosa? Todos esperaban cómo Uribe iba a manipular a Peñalosa y Enrique ya puso a Álvaro a bailar el aserejé, le cambió la potra zaina por un caballito de acero y lo puso a cargarle el megáfono. Hasta el más antiuribista estaría agradecido con Peñalosa por poner a Uribe en su sitio.

¿Serán suficientes estos aspectos que he resaltado para que alguno, el que sea, nos saque del abismo en que estamos por malas decisiones? Porque no se engañen, Samuel Moreno no hizo nada. Precisamente la sanción de 12 meses que le acaban de imponer fue por omisión. Esto nos deja una bella enseñanza y es que no actuar tiene sus consecuencias, así que este 30 de octubre vote, actúe.



viernes, 21 de octubre de 2011

Un llamado a la paciencia

Sábado, 8:30 a.m.
- ¿Alo?
- Muy buenos días lo estamos llamando de la revista (nombre omitido por seguridad) para hacerle entrega de una edición especial de 12 ediciones en entregas trimestrales.
- Aja
- Pero eso no es todo, con esta edición especial usted también recibirá un libro del best seller en autoayuda del momento.
- Muchas gracias pero no me interesa.
- Señor, permítame contarle los beneficios de haber sido escogido para entregarle estas ediciones. En América Latina son muy pocos los escogidos para este beneficio.
- ¿Cómo consiguieron mis datos?
- En conferencias y bases de datos, a lo mejor alguien lo refirió.
- Muy raro la verdad.
- No se preocupe, déjeme y le cuento del gran beneficio de recibir la revista, estará informando de la actualidad mundial. Esta revista como usted bien sabe no se imprime en su país, por eso usted sólo deberá acarrear con los gastos de envío. No solo de las 12 ediciones y el best seller, sino también de un curso de inglés. Cuénteme señor ¿cómo está su nivel de inglés?
- Excelente, soy bilingüe.
- Bueno no importa, estos libros de inglés le servirán para hacer el TOEFL, me imagino que no lo ha hecho.
- Se equivoca, ya lo hice.
- Bueno, como usted debe saber el TOEFL debe renovarse cada 3 años, así que le servirá en un futuro. Por ahora sólo necesitamos unos datos sencillos.
- No señorita, realmente no estoy interesado, muchas gracias.
- Pero cuénteme por qué va a dejar pasar este gran beneficio. Usted es uno de los pocos escogidos por su perfil. ¿Cuál es su profesión?
- Periodista.
- Qué excelente, de este modo va a disfrutar mucho más de la revista y todos sus artículos de actualidad mundial. De este modo empecemos, cómo es su número celular, su dirección.
- Pero señorita ¿todo esto cuánto va a costar?
- No se preocupe, son solo los gastos de envío. ¿Tiene tarjetas de crédito?
- (Carajo, ¿qué me invento ahora para colgarle a esta señora tan intensa?) Sí, pero estoy en proceso de cancelación porque no la uso.
- Ah bueno entonces sí tiene.
- Sí, pero la estoy cancelando.
- Ok en su tarjeta deben aparecer unos números, me los puede ir dictando.
- ¡No, un momento! Le dije que estoy cancelando la tarjeta de crédito. No la voy a usar.
- Pero son solo los gastos de envío y luego puede cancelarla.
- Ya estoy en proceso de cancelación y necesito estar al día y no tener pagos en mi tarjeta.
- Veo que el problema es de pago. ¿No tiene otras tarjetas?
- Aún no, posiblemente me lleguen unas la próxima semana, pero no, no me quiero comprometer con este gasto, así que muchas gracias.
- No señor, compromiso es casarse, es el matrimonio. Esto es un beneficio que no debe dejar pasar.
- (¡¿En serio me está hablando de matrimonio?!) Vea señorita, muchas gracias.
- Hagamos algo, yo lo llamo la próxima semana a ver si ya le llegaron las tarjetas
- Aja, hasta luego (Ya con esto me la quité de encima, no creo que vuelva a llamar).
- Qué este muy bien y hablamos pronto.

3 días después
Martes, 3:00 p.m.
- ¿Alo?
- Señor ¿qué tal cómo está? ¿Se acuerda de mí? Soy la persona de la revista y quería saber si ya le llegaron las tarjetas para finalizar el proceso.
- No, no me han llegado y no creo que me lleguen, estoy muy ocupado en estos momentos.
- No se preocupe, hablamos luego.
- Sí, adiós (Con esto ya no vuelve a llamar).

11 días después
Sábado, 10:00 a.m.
- ¿Alo?
- Qué tal señor, lo llamo de la revista y espero que ya le hayan llegado las tarjetas
- (¡No, puede ser posible! ¿Otra vez esta señora?) Sí, ya me llegaron las tarjetas.
- Qué bueno entonces...
- Sí, me llegaron pero no estoy interesado definitivamente.
- Pero señor, sólo faltan los gastos de envío y ya.
- Señora no estoy interesado, entienda, no estoy interesado. Le agradezco el beneficio ya que sé que no es un compromiso, pero no estoy interesado.
- ¿Pero señor por qué no está interesado?
- Señorita, si estuviera interesado el que llamaría sería yo y no usted, gracias. Que tenga buen día.