Las opiniones y los traseros

Bien decía el escritor George Orwell cuando declaraba que "la libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír." Y también es mostrar lo que la gente no quiere ver.

Si en televisión patean a una lechuza como si fuera un balón de fútbol y en una revista reproducen las fotografías que representan y denuncian el abuso de menores por parte de sacerdotes, las opiniones y condenas inundan medios de comunicación, redes sociales y conversaciones de pasillo. Es como si juzgar fuera potestad de muchos. Sin embargo, fueron pocas las voces de protesta que surgieron frente al asesinato de la jueza Gloria Constanza Gaona. Seguramente como no la mostraron en televisión mientras la acribillaban, no hay de qué opinar.

Opiniones que no faltarán y que incluso sobrarán (como la mía) cuando la noticia de un policía que disparó contra un transgenerista se vuelva popular. Y no demorará mucho tiempo porque ya está en video. Un video que por cierto contradice el titular y el texto de la noticia, porque aunque se asegura que el policía disparó contra el/la trabajador/a sexual, el periodista describe y el video muestra que el uniformado dispara contra el piso.

En definitiva, las opiniones son como los traseros, todos tienen uno. El peligro es cuando nos quieren imponer una opinión frente a nuestras narices, que si seguimos la analogía, no es para nada agradable. Y cuando de traseros se trata, quién más que el/la protagonista del video cuando dice: "la cirugía se me dañó y me las va a pagar, porque me dañó la nariz y la silicona de los glúteos".

No más marchas

La tan sonada Revolución Pacífica por Bogotá, realizada el 23 de marzo, más que un fracaso demuestra que ya es hora de marchar contra las marchas. No es sorprendente que de 10.000 personas que se esperaban apenas llegaron cerca de 300. Se agotó la fórmula de marchar para exigir algo, simplemente porque la marcha sin acciones posteriores es igual de efectiva a reenviar correos electrónicos que dicen que Bill Gates está compartiendo su fortuna. O lo que es peor, cambiar la foto del perfil de Facebook para apoyar alguna causa justa.

Más que adelgazar caminando, necesitamos acciones y hechos concretos. Lastimosamente nos han vendido la idea que una revolución es cambiar el estatus en cuanta red social exista. Bautizar desde un principio como "revolución" una simple marcha es lanzarle un zapato a la cara a un egipcio. Ellos sí saben de revoluciones, no los ofendamos con una caminata por la 7a. No es suficiente con tener dos pirámides en Bogotá para apelar al espíritu egipcio:

Sigamos el ejemplo de Miami, no como guarida de los Nule o como escape de los Moreno luego de tanto trabajo. El 15 de marzo pasado, el condado de Miami-Dade realizó un referendo revocatorio en contra del alcalde Carlos Álvarez. Los ciudadanos se hartaron de los desmedidos incrementos, tanto en los impuestos,  como en los sueldos de los colaboradores del alcalde. ¿Les suena? Ante esta realidad, los habitantes del condado no marcharon, sino consiguieron firmas y lograron convocar el referendo. De este modo, el 88% de los votantes decidió retirar del cargo a Álvarez.

Acciones como esta, y no caminatas que afectan la ya complicada movilidad de nuestra ciudad, son la solución real para hacer valer nuestros derechos ciudadanos. Derechos que por cierto deberían perder todos aquellos que votaron en principio por Samuel Moreno. No creo que exista alguien más engañado y frustrado que aquel que votó por Samuel. Todavía me acuerdo que alguien me dijo que votó por él porque iba a hacer el metro. Llámenme ciego, pero hoy en día no veo ni un milímetro del metro.

Siendo realistas, Samuel terminará su mandato de la misma forma en que finalizó su campaña electoral:

Fracasamos otra vez

Hoy amanecí más colombiano que nunca, eliminado en alguna ronda clasificatoria, rumbo a algún campeonato que solo era alcanzable en nuestros sueños. En mi caso fue el camino para ser el ayudante de Charlie Sheen en todo el tema de las redes sociales:

Llegué hasta la segunda ronda, pero "perder es ganar un poco" ya que estamos hablando en la jerga futbolística. Es aquí donde todas esas frases de cajón se supone que le deben "ayudar a levantarse y caminar de nuevo", porque "si es de uno es para uno" y" no estaba de Dios". Sin embargo, me quedo con aquella frase que dice: "ay mijo, pues ellos se lo pierden". Esta frase, con un componente de resentimiento, igual sube el ánimo.

El fracaso es un camino que el colombiano ha recorrido varias veces. Sin embargo me pregunto si no estamos caminando en círculos. Sigamos con el tema del fútbol, Francia 98 fue el último álbum del mundial con láminas del seleccionado nacional. A partir de Corea - Japón 2002 nos tocó llenar el álbum sin la presencia de la tricolor. Hoy en día, la esperanza se renueva sabiendo que, en Brasil 2014, Suramérica mantendrá los cupos. De este modo, gracias a que Brasil será anfitrión, podríamos contar con seis selecciones en el mundial.

La semana pasada, con la presentación de las nuevas camisetas Adidas que vestirán a la selección, muchas voces se escucharon augurando éxitos y triunfos en Brasil. Sin embargo, vamos por pasos, para correr hay que caminar y para ver a la selección con su camiseta Adidas en Brasil falta clasificar. Lo único seguro es que  en julio-agosto de este año podremos ver a la selección Sub-20 jugar un mundial de fútbol. Ahora solo resta que no quedemos eliminados en alguna ronda y tener que decir nuevamente: "fracasamos otra vez".

El número 2

Para la segunda entrada, qué más simbólico que hablar del número 2. Pero no en términos escatológicos, aunque no descartaré el tema para próximas ediciones. El número 2 en esta ocasión es un logro que quiero compartir con mi numerosa audiencia, la cual no debe pasar de... dos personas.

Es un honor compartir que estoy en la segunda ronda para ayudarle a Charlie Sheen en el tema de las redes sociales. Les decía anteriormente que esta búsqueda tiene, al día de hoy, más de 74,040 registros de 181 países.

El paso número uno fue sencillo, solo pedían el nombre y una frase de no más de 140 caracteres que explicara porqué debía ser escogido. El número dos siempre tiene su dificultad, demora más, incluso cuesta trabajo, pero al final hay gran satisfacción cuando todo sale como debe ser. Me refiero a completar un formulario con los datos de la hoja de vida; educación, experiencias laborales, etc.

Dentro de todos eso datos, tengo la esperanza que no lean Cundinamarca sino Dinamarca, quizás esto me ayude a tener más visibilidad. Aunque sé que cuando vean Colombia lo asociarán con aquel producto de exportación que contiene cierta sustancia estimulante. Ahí espero que Juan Valdez y su café me ayuden aún más y poder pasar a la tercera ronda. Mientras tanto, esperaré sentando a que el número dos me dé esa paz interior que tanto necesito, porque la incertidumbre me tiene constipado.

Oda a Charlie Sheen

El poder de las redes sociales tiene un nuevo fenómeno. No, no es Doña Gloria. Me refiero a Carlos Irwin Estevez, más conocido como Charlie Sheen, el que fuera protagonista de la comedia "Two and a Half Men". Y lo fue porque luego de ocho temporadas, Charlie Sheen hizo lo que todo trabajador ha pensado hacer alguna vez en su vida; despotricar contra su jefe, desahogarse, y al final, decir la verdad, actuar de acuerdo a esos pensamientos cuestionables que se generan en la mente. Ser tan sincero puede traer problemas, toda acción genera una reacción. Y son esas limitantes las que a muchos nos restringen. No a todos, siempre tendremos para el recuerdo a este héroe bogotano, que simplemente nos quiso enseñar que para entrar hay que dejar salir.

Lo admirable de Charlie Sheen es que por sus excesos a la hora de hablar en contra de todo aquel que se interpuso en su camino ganador, incluyendo a Warner Bros, y Chuck Lorre, el productor de la serie, logró convertir un despido laboral en un éxito social.

• Tan sólo necesitó de 25 horas y 17 minutos para lograr 1 millón de seguidores en su cuenta de twitter @charliesheen.
• La búsqueda de un pasante que le ayude a manejar sus redes sociales ha logrado más de 74,040 registros, de 181 países (incluyéndome).

Charlie Sheen se proclamó un "ganador desempleado" y está demostrando que aunque unos le digan loco, habrá otros que lo consideren un genio en generar publicidad, atención e interés.

Y todo porque finalmente transformó en acciones todos esos pensamientos que tenía acumulados y se desahogó. Muchos no estarán de acuerdo con él y sus excesos, pero Charlie Sheen está dando de qué hablar.