miércoles, 31 de julio de 2013

Manejo impecable

Es perfectamente entendible que Fabio Salamanca, el joven que conducía ebrio y causó un accidente el pasado 12 de julio, esté libre. Ir a 140 kilómetros por hora en una ciudad con una malla vial como la de Bogotá es de admirar. Este joven es un ejemplo para la sociedad. ¿Cuál peligro? Una lástima que un taxi se le haya atravesado, porque hubiera podido batir un récord de velocidad digno de los Juegos Mundiales. Maldito taxi que seguramente hace parte de esa mancha amarilla podrida que realizan paseos millonarios.

Este joven está de parte de la ley, es un héroe, hay que elevarlo a mártir de la patria. Posiblemente deje paralítico al taxista atravesado, pero mucho mejor porque ese sí es un peligro a la sociedad, esa gente sí tiene multas por irrespetar las normas de tránsito cuando se les da la gana. Pero este taxista ya no podrá manejar más gracias a un uniandino ejemplar. Gracias Fabio. La ciudad es más segura gracias a ti. Un taxista a la vez lo vamos a lograr.

¡Y qué si mató a dos inocentes! En Cuba están negociando unos que han matado a muchos más, y véalos, también salen en los noticieros. ¡Fabio estás a la par de Timochenko y compañía! Además las dos muchachas que murieron no eran gringas, así que no pasa nada.

Los que sí quedaron gringos fueron aquellos que aún no comprenden el fallo de la juez al considerar que Fabito no es un peligro para la sociedad. Ya no juzguen, ni condenen a este joven emprendedor, que bien prendido sí estaba cuando se montó en su Audi, suficiente tiene con estar estresado.

El manejo de la justicia de este país es casi tan impecable como la manera de manejar de Fabio Salamanca, así parezca que de atropello en atropello la justicia de este país parece manejada por un ebrio al volante.

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