Permítanme disentir, porque esa palabra no se la inventó Mockus ni es exclusiva de sus seguidores. Yo también puedo dar mi opinión acerca de las más recientes acciones del profesor. A todos aquellos que han elogiado la actitud lógica y consecuente de Mockus al retirarse del Partido Verde, quiero recordarles que en política el pasado no perdona. He aquí la coherencia del gran maestro y sabio Mockus demostrada el pasado 28 de mayo en Noticias RCN:
Periodista: "¿Ha pensado usted en salirse del Partido Verde?"
Mockus: "No, yo esta camiseta la he sudado, me siento cofundador. Ayudé a escoger el color verde, incluso dije ese verde es verde tablero, me sirve a mí como educador. Es también verde Peñalosa."
Mockus: "No, yo esta camiseta la he sudado, me siento cofundador. Ayudé a escoger el color verde, incluso dije ese verde es verde tablero, me sirve a mí como educador. Es también verde Peñalosa."
Días después y con una derrota más a cuestas Mockus finalizó su relación con Lucho, Peñalosa y Fajardo expresando, "hay cosas que no puedo digerir (...) El sapo se fue creciendo y no me lo pude pasar".
Qué ejemplo de coherencia nos dio el gran Mockus al renunciar a su partido porque no logró que todos opinaran de la misma forma que él. El creador del "yo disiento" optó por retirarse al ver que otros también disentían de su parecer.
Magnífico ejemplo de trabajo en equipo la demostrada por Antanas que luego de una consulta interna, le ganó el pulso a Peñalosa y de este modo se enfrentó a Santos y demás candidatos en la campaña presidencial pasada. Ya Peñalosa le recordó a este pueblo sin memoria que, "yo me sometí a una consulta, perdí y luego trabajé las 24 horas del día con todo el corazón en la campaña de Mockus y hubo muchas cosas en las que no estaba de acuerdo".
¿Hasta dónde estaba dispuesto llegar Mockus con su apoyo a Peñalosa? Si en principio este último fue bienvenido al Partido Verde, debió contar con la bendición del profesor. Y si era tal el choque de egos ¿porqué Mockus no se lanzó a la Alcaldía de Bogotá?
A Mockus se le debe elogiar su intachable hoja de vida y sus gestiones como alcalde de Bogotá, pero es un mal perdedor. Ya lo demostró con su famoso cántico: "yo vine porque quise, no porque me pagaron". Y ahora ante la falta de consenso, la solución es retirarse.
Esa es la democracia, amigo Mockus, el lugar donde distintas opiniones conviven y al final es la mayoría la que decidirá. Pero parece que la autocracia es lo que te seduce. A fin y al cabo es en este sistema donde no tendrías contradictores.
Como con la pirinola, símbolo de la administración de Mockus por su paso en la alcaldía de Bogotá, con su decisión de renunciar "Todos pierden". El Partido Verde queda herido de muerte con su salida y buscar apoyos en otros partidos es algo válido. Tan aceptado como lo fue la misma concepción del Partido Verde uniendo a personas de distintas corrientes. Sin embargo, ahora el coherente Mockus nos quiere vender que "cuando dos partidos escogen el camino de las alianzas ponen en riesgo su identidad". Que ironía ver que fueron las alianzas las que destruyeron un partido que nació de la unión de cuatro figuras de distintos colores y partidos.
A Mockus no le queda bien su papel de llanero solitario integrador. Es una paradoja en su concepción. Y culpar a Uribe de todo lo malo que pasa en el país es seguir estancados en un pasado al cual no deberíamos volver. Es por eso que se debe construir desde ya una ciudad, un país, que no vuelva a repetir los errores que hoy en día nos agobian. Pero la construcción se hace uniendo fuerzas porque yo todavía le creo a Mockus cuando dice que los buenos somos más.
Y son muchos los que aún creen en Mockus, tanto así que los coqueteos no se hicieron esperar. Petro y Gina ya le echaron flores a aquel que una vez portó un girasol como una espada para luchar contra la corrupción y el todo vale. Sin embargo, Antanas ya explicó que, "uno no puede enviudar e inmediatamente salir a casarse". Falta ver a dónde lo lleva la coherencia que tanto le defienden y su famoso no todo vale. Profesor, con ansías espero una nueva lección.