No deseo entrar en debates regionalistas, que si Bogotá se lució o Barranquilla se pifió. En ambos casos la imagen de Colombia estuvo por encima de las ciudades. Y es preferible empezar mal y terminar bien que arrancar bien y finalizar mal, o sino pregúntenle a la selección Colombia, invicta en la primera fase, perdió un partido y quedó eliminada. Ni siquiera quedó dentro de las cuatro mejores selecciones.
Dejando los fracasos a un lado, es un orgullo aceptar que la clausura fue un espectáculo de principio a fin. Fue un show de nivel mundial, con altura. Aunque de entrada con que la clausura estuviera a la altura de Bogotá, ya era superior a la de Barranquilla. Si la inauguración hizo énfasis en el "sub", entendido como 'bajo' o 'debajo de', la clausura resaltó lo "Mundial".
Incluso contar en la clausura con ChocQuibTown, los Black Eyed Peas colombianos, le dio más nivel que el Checo, Juan Piña y Maia, la Alicia Keys colombiana en la inauguración. Fue un cierre donde Colombia entera se lució. No podría estar más de acuerdo con una pancarta que leí en el estadio: "Colombia le cumplió al mundo y a la FIFA".
Sin ánimo de ser regionalista, no creo que haya algún costeño que después de ver la clausura pueda defender la inauguración. Es más, retaría a cualquier colombiano a que defienda con argumentos el evento de inauguración. Y si lo hace bien, hasta podría ir a la Contraloría Distrital de Barranquilla que ya está investigando si hubo anomalías en el contrato.
Pero no seamos negativos, sí hay algo que logró la inauguración fue enaltecer las izadas de bandera. De hecho, ya que lo único que ganamos son récords, deberíamos sentirnos orgullosos de ser el Mundial Sub20 con la mayor asistencia en la historia, de lograr dos récords Guinness de kickboxing y aeróbicos, y organizar la izada de bandera más cara de la historia.
Hoy me siento orgulloso de ser colombiano, pero sé que no durará mucho, por eso hoy escribo y lo comparto con el mundo. Antes de que venga alguna noticia como la de escoger a Barranquilla como sede para los dos primeros partidos de las eliminatorias, sin consultarle al técnico que reemplace al Bolillo.