martes, 18 de diciembre de 2012

La basura de Petro

No voté por Petro pero hoy boto por él. Boto por Petro porque nos quiere enseñar a reciclar.

Esta ciudad es una basura y nadie mejor que Petro para tomar las riendas. Cuente con toda mi colaboración señor Alcalde. A partir de ahora usaré la bolsa negra para los residuos ordinarios y en la blanca irán los materiales a reciclar.

El personal de recolección vestirá overol verde, los recicladores uno de color azul y Petro irá de negro, del mismo color donde van los ordinarios, los residuos. Ni Plaza Sésamo fue tan educativo al enseñarme los colores como el burgomaestre.

Dejemos a un lado las críticas que a Petro le está yendo muy bien, ya está sonando como el Plan B de los Mayas.

Mentirosos todos aquellos que dicen que con el nuevo esquema de aseo la ciudad se inundará de basura. Mentira, revisen las últimas administraciones y el Concejo, estamos llenos de basura hace rato.

Yo lo apoyo Alcalde, ver bolsas de basura de todos los colores, incluso verdes y rojas son una buena idea de decoración navideña. No deje que los amargados nos quiten la magia de la Navidad.

Alcalde, deme una ruta o una microrruta, déjeme ayudarle. Permítame subirme a una volqueta de la Empresa Aguas de Bogotá este 18 de diciembre y empezar a limpiar esta ciudad. Yo también ya detecté los puntos críticos de esta urbe y empezaré por el Palacio de Liévano. Y solo llevaré bolsas negras porque por allá no hay nada para reciclar.

Amigo Petro, apoyo tu era del reciclaje porque es un deber ciudadano saber botar, ya que de votar no tenemos ni idea.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Un fallo de país

La Haya falló y Colombia también. Fallamos como país, una vez más. No me quitaba el sueño lo que sucediera con los cayos, andaba tan tranquilo, tan roncador, pero no esperaba que la Corte Internacional de Justicia nos enclavara de la manera más excremental, como diría el senador Gerlein.

Al final, Nicaragua se quedó con más agua. Seamos buenos perdedores y mandémosle a Jorge Barón para que en Managua celebren gritando: "Agüita pa' mi gente".

Somos tan malos perdedores que primero se ataca y luego se ve si se acata el Fallo. Incluso se analiza la posibilidad de retirarse de La Haya. Deberíamos retirarnos del mundo como tal, o eso pensé que estábamos haciendo cuando vi que Colombia se iba a retirar del Pacto de Bogotá. En ese momento pensé que si nos íbamos a retirar de algo debíamos empezar por Bogotá. Yo ya renuncié a esa ciudad, retirarnos todos sería la confirmación que vamos por buen camino. 

Esta ciudad como va es un desastre, es un callo entre cayos gobernado por un gran callo. Por fin estoy de acuerdo con el alcalde, esta ciudad necesita una empresa de aseo, en este caso una pedicura no estaría mal y cortar tanto callo.

Y en un callo es lo que nos estamos convirtiendo con la actitud de no acatar el fallo, de retirarse de la Corte, de no reconocer una decisión inapelable. Con qué autoridad moral se le exigiría a los ciudadanos acatar las leyes, cuando el país no da el debido ejemplo. Algo impresentable en pleno proceso de paz.

¿Para qué decir decir que se incumplió determinado tratado, cuando lo que deberíamos aceptar es que hemos tratado de ser un país y no lo hemos logrado? ¿Para qué hacer "pataleo de ahogao" cuando no hay agua para ahogarnos? En la Haya el único que falló fue Colombia, solo que esta vez el mundo se dio cuenta.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Renuncio a ser bogotano

Bogotá, 1 de noviembre de 2012

Señores
Alcaldía Mayor de Bogotá
La ciudad (a la cual renuncio)

Por medio de la presente renuncio irrevocablemente a mi condición de ciudadano de la capital del país, Bogotá. Los hechos acontecidos en la última semana me llevan a tomar esta determinación. Veo con preocupación que si no soy torero o en en su defecto toro, tanto la Alcaldía y la Corte Constitucional no lucharán por mis derechos, según el caso.

Esta ciudad se ha convertido en un enorme hueco donde los únicos que se mueven libremente son los ladrones. Pero ante todo deseo renunciar al único lugar del mundo donde se sanciona una canción de Paul McCartney por exceso de ruido. Según el proceso que se abrió contra la sociedad Fernán Martínez Communications, los niveles de ruido nocturno se excedieron con la canción Live and Let Die, y la pirotecnia, coros, gritos y aplausos que acompañaron ese momento. Yo estuve allí en ese instante y me declaro culpable de haber excedido los decibeles permitidos. Y lo volvería a hacer.

Sin embargo deseo hacerlo luego de haber renunciado a mi condición de ser ciudadano de Bogotá. Este despropósito que lleva a cabo el Distrito va en contra de mis principios y por ende, a partir de la fecha, dejo de denominarme bogotano.

No quiero generar ruido con esta determinación, no vaya a ser que la Secretaría Distrital de Ambiente abra un proceso en mi contra. Sin embargo, quiero sentar un precedente y que se escuche mi voz, pero no muy duro, hay que mantener los decibeles en los niveles permitidos. Tal decisión polémica tan solo demuestra que los funcionarios de la Secretaría mencionada son de poco ambiente y más bien les gusta generar ruido.

Siento mucho decepcionar a los ciudadanos de bien que aún seguirán llamándose bogotanos, pero no veo otra salida. Desde que estamos gobernados por el Chómpiras sabía que esta día iba a llegar. Nunca pensé que alguien iba a ganarle en improvisar, pero la Secretaría Distrital de Ambiente lo ha logrado.

Desconozco cómo alguien puede determinar que es exceso de ruido cantar "Live and Let Die". Realmente deberían dejar vivir y morirse. Pero antes disfruten una vez más de ese gran momento, ojalá con audífonos para que no vayan a generar el exceso de ruido que hoy me lleva a renunciar a esta ciudad.


lunes, 22 de octubre de 2012

El país de mis afectos

Este no es un país inviable, es un país sin afecto. Ese el problema de Colombia. Su gente está en una búsqueda constante de afecto. Y el hecho de no conseguirla es la que provoca tanta agresividad y violencia. En resumen, somos unos malcriados consentidos que pedimos a gritos un poco de afecto.

Hay numerosos estudios que apoyan esta tesis que hoy presento, sin embargo me voy a remitir a un ejercicio certificado por la universidad de la vida. Si usted es de los que se suben a un Transmilenio sin importar lo repleto que está y acepta esa fricción constante con cada parada. Y por parada me refiero cuando el articulado se detiene en cada estación. 

Si usted hace esto mismo pero esta vez en un ascensor. Si usted es de los que en un parqueadero opta por estacionar al lado de un vehículo habiendo espacios vacíos. Si usted es de los que transita en un centro comercial y va chocando a lado y lado con los otros consumidores. No se preocupe. Todo esto es normal. Porque lo que usted necesita es afecto.

Todos esos roces, esas fricciones, son solo síntomas de lo que su cuerpo y corazón necesitan. Un poco de afecto. Un poco de cariño. La paz no se va a conseguir con perdón y olvido. La paz se obtendrá con una maratón de abrazos. Porque un abrazo cambia el mundo, porque con este gesto borraremos todo lo que nos separa y nos fundiremos en un solo cuerpo. Hagamos el amor y no la guerra dirían unos, abracémonos dirían otros, yo digo que nos friccionemos todos en un articulado.

Les dejo esta postal a aquellos incrédulos que no creen en el poder de un abrazo:


domingo, 7 de octubre de 2012

Saber elegir

No es terquedad ni ingenuidad, es simplemente estupidez pensar que las redes sociales liderarán una revolución política. Eso no sucede en el trópico, en este lugar del mundo donde son nuestras propias decisiones las que nos condenan.

Elegimos a un lustrabotas y les exigimos a nuestros vecinos saber elegir, ese es nuestro exotismo que nos lleva a merecer los dirigentes que tenemos. Y aún así les exigimos a nuestros vecinos que elijan bien. Si no somos capaces de ordenar nuestra propia casa, ¿con qué cara podemos solicitarles a nuestros países vecinos que elijan bien?

Es cierto que somos un país sin memoria, por eso es tiempo de recordar a aquel senador que no tenía ni un céntimo para tanquear sus carros. O ese diputado antioqueño, al que le parece que meterle plata al Chocó era como perfumar un bollo. O ese senador que se negó a una prueba de alcoholemia, aduciendo que era un irrespeto hacia un funcionario publico como él.

El irrespeto es exigir a otros de lo que carecemos. Y eso es saber elegir. Son ellos los que nos van a enseñar. Y dejar el orgullo de pensar que somos más que los demás. Porque las redes sociales no lograrán resarcir los errores que los individuos cometen. Porque estos personajes que nos representan son lo que nos merecemos. Porque los elegimos.

Desde que elegimos a un lustrabotas para concejal de Bogotá cualquier cosa puede pasar y nada nos debe sorprender. Ni siquiera ser tan colombiano como exigirles a otros lo que no somos capaces de hacer: saber elegir.

domingo, 16 de septiembre de 2012

A las orillas del tiempo

Estoy esperando en las orillas del tiempo. No sé si es muy pronto, o muy tarde. Igual acá estoy esperándote.
No sé cuánto tardarás, simplemente quiero escuchar que me digas: "Me encantas". Y ser feliz, haciéndote feliz hasta que me lo permitas.

Sin embargo el camino para llegar a la tranquilidad que da saber que hay una reciprocidad es complejo. La calma debe partir de la confianza en uno mismo. Saber que lo que uno haga y diga es porque simplemente fluye.

Al ser una persona lógica y prevenida quisiera encontrar aquella que lograra reducir ese sistema de defensa. De forma tan natural que no me diera cuenta. Que desaparecieran los miedos a sufrir, por el simple hecho en que arriesgarme a construir algo juntos resulte mucho más valioso que negar esa misma posibilidad.

Todo sendero tiene su parte empinada. Los caminos rectos son los que conducen a la muerte. Después de todo entre más curvas tenga la montaña rusa, mayor es la emoción.

Encontrar a la persona que saque lo mejor de ti es importante. Y que extraiga todos esos valores de forma tan natural que uno mismo se convenza del verdadero ser que uno ha negado durante tanto tiempo. Dejando así el orgullo a un lado y actuando de forma que lo emocional predomine por encima de lo racional.

Sigo esperando en las orillas del tiempo, dispuesto a tomar una decisión. Hacer todo lo que está a mi alcance para que te des cuenta de lo que estoy hecho. O lo tomas o lo dejas. Esa será tu decisión. No me dijiste "Me encantas", simplemente pronunciaste, "yo te quiero a ti". Y así supe que ya no estaba en las orillas del tiempo. Ya había llegado a mi destino.

Sin embargo, no es simplemente desembarcar para saber que encontraste lo que tanto buscaste. Es necesario ir más allá y confirmar lo que en el fondo sentías. Esa certeza se dio aquel día en que me dijiste que me amabas. Y me dijiste que te encantaba. Cumpliendo así lo que en un principio visualicé. Haciendo realidad un sueño. Demostrando que las palabras tienen poder. Y que a pesar de estar a las orillas del tiempo, siempre llegarás a tu destino.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Pedaleando

Cada vez que pedaleo lo hago hasta que se me acaben las fuerzas. Antes lo hacía sin destino alguno. No había un rumbo. No había una meta. Simplemente pedaleaba por el sencillo placer de llegar lo más lejos posible y luego regresar por el mismo camino.

Recorría un sendero que no escogía. Me dejaba sorprender por cada curva que encontraba. El reto llegaba con cada kilómetro recorrido. Cuando el camino se elevaba y me exigía pedalear con más fuerza así lo hacía. No me rendía. Pero me faltaba un destino.

La velocidad y el esfuerzo no importaban. No me medía. Quería conocer mi límite. Y así fue. Empecé a tener confianza en mí mismo con cada etapa que completaba. Pero eran tramos que se repetían unas veces y otras no guardaban relación alguna. Hacía falta tener un circuito para entender el trayecto completo. 

Todo cambió de la misma forma en que uno puede encontrar nuevos y retadores obstáculos en el camino. Fue como encontrar la guía que me fue encaminando hacia esa ruta, ese circuito que tanto anhelaba.

Me sentía preparado para este nuevo reto, desde hacía mucho tiempo venía practicando. Kilómetro tras kilómetro iba mejorando mis tiempos. Conocía cada vez más mis fortalezas y mis debilidades. Y en cada ocasión me enfocaba en mejorar mi rendimiento.

Estaba entrenando para esa carrera final, ese gran torneo, sencillamente para llegar a mi destino. Y hoy he encontrado ese lugar al que quiero ir y lo más importante, alguien que me impulsa a seguir pedaleando sin importar el clima, ni los obstáculos que se presenten. Sobrepasando aquellas curvas peligrosas, los caminos elevados, los pasos agrietados.

Ha sido el mismo camino el que me ha enseñado a dosificar mis fuerzas. No puedo gastarme en el camino plano. Porque sé que vienen caminos elevados que exigirán lo mejor de mí. No solo fuerza sino resistencia. Porque no es el primero que llegue, es saber llegar. Esto no es una competencia. Es demostrarse a sí mismo que cada día se puede entregar un poco más. Y al final completar cada etapa.

El camino será largo, estará dividido por etapas y en todas demostraré el mismo entusiasmo. Porque sé que al final de cada etapa estará ella como recompensa. Estará en el podio esperándome. Porque no esperará menos de mí. Esa es la fuerza que logrará que siga pedaleando. 

Será un camino sin fin. No dejaré de pedalear. Si lo hago se alejará. Ella y la meta. Ella y el camino. Y sé que no esperará en la puerta de atrás. Esa por la que se retiran los perdedores. Por eso llegaré a mis límites, porque sé que cada día puedo ser mejor. Sin embargo el temor de caerme estará siempre presente. El camino no es recto. Habrán momentos en que la lluvia y el viento estarán en contra mío. En otras ocasiones será el sol inmisericorde el que me agotará mucho más rápido. Y en otras oportunidades serán las lesiones las que podrán reducir mi velocidad. 

Y si me caigo me levantaré de nuevo. No me quedaré esperando la lástima de los demás. Seguiré mi camino, lo único que tengo. Y prometo que pedalearé hasta mi último aliento, porque tengo la certeza de que en la meta ella estará para darme el suyo. El mismo aliento que hoy en día es la razón por la cual respiro. 

Ascenderé por los caminos más elevados y más peligrosos. Con el único fin de llegar a donde ella esté. Porque ella es la meta, es el camino, es el aliento para seguir pedaleando en la vida. 

Cada paso que dé, cada centímetro que avance estará impulsado por ella. Hoy estoy recorriendo un camino duro que a veces supera mis fuerzas. Pero sé que cuento con ella. Y cada esfuerzo valdrá la pena para estar más cerca a ella. Soy un afortunado. Soy un bendecido al encontrar la ruta, la meta y el aliento para pedalear. 

Hoy pedalearé hasta que se me acaben las fuerzas. Esta vez tengo el aliento necesario y sé hacia dónde voy. Voy a recorrer un nuevo camino junto a ella.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Septiembre, tiempo de hacerle el amor a la amistad

Llegó septiembre con su aroma a rosas, su sabor a chocolate y su cara de ponqué, en resumen llegué yo. Atento pueblo, que he vuelto con más fuerza que los groupones de " 2 o 4 noches para dos + desayunos con 50% OFF + yo te pongo ON + zonas húmedas".

Estos 30 días me inspiran para entregarme cual ramillete de fresas dispuesto a que me devoren de un solo bocado. Endúlzame mundo hasta que me dé caries. Hoy me entrego al amor y a la amistad como si fuera el último día de mi vida, pero recordando siempre que mañana es el primer día del resto de mi vida.

Es la época para que saquemos al Timoteo que hay en cada uno, ese vagabundo que busca afectar positivamente la vida de quienes toca. Sin embargo mi propuesta es tocar positivamente a aquellos que me afectan en la vida. Tocaré con la sutileza de una inspección de cavidades con frases como: 
  • Gracias por ser carcajada en el silencio, desorden en la rutina, arco iris en el gris.
  • Cuando quieras dejarme, dímelo y me iré contigo. 
  • Que mis palabras se conviertan en susurro, se transformen en suspiro y te acompañen en tu camino.
Porque he caminado por los senderos más oscuros negando la existencia de los sentimientos, pero hoy soy la luz que ilumina los callejones más oscuros de tu alma. El amor hoy timbra a mi citófono. El amor como la bicicleta, necesita de pedalear y pedalear, manteniendo el equilibrio sino corres el riesgo de caerte y romperte el corazón.

Pienso en ti mientras acaricio estas teclas y compongo este poema, quisiera ser una USB para conectarme a alguno de tus puertos y descargar toda esta energía que hoy me llena. Desearía ser el aire que respiras para convertirme en oxígeno y que me lleves en tu sangre y cuando ya no me necesites, me expulses como el dióxido de carbono indeseado.

Es tiempo de componer como Arjona o Santiago Cruz, al cual visitaré este 22 de septiembre para entregarle todo mi material escrito, con miras a que pueda ayudarle a componer y seguir enamorando a quien corresponda, a quien interese, a quien le toque, a quien yo toque, a quien me toque.

Dejaré que mi mundo se pinte de colores, cambiaré el grisáceo de mi alma por tonos vivos. Saquen los Prismacolor, los Magi Magicolor, doble punta, doble color, que hoy le pondré las rayas al tigre, hoy sí hay función.

Estaba equivocado cuando pensaba que septiembre era una navidad con regalos y sin novenas, era un octubre con dulces pero sin disfraces. Septiembre es tiempo de hacerle el amor a la amistad.

Por ahora me iré con la luna y regresaré con el sol, ansioso de vivir estos días de septiembre bajo el embrujo del amor y de la amistad y ser la estrella que ilumine tu camino querido/a lector/a.

martes, 26 de junio de 2012

No me mamo un meme más

"No me mamo un meme más" debería ser el nuevo "Mi mamá me mima". Esto si alguna vez queremos que los niños de hoy tengan alguna clase de creatividad y piensen por ellos mismos.

El facilismo de la internet ha excedido el "copia y pegar". Ahora una sola imagen puede ser usada para contar cientos de anécdotas y momentos con el fin de divertir y hacer reír. Los llamados "memes" están inundando las redes sociales con las mismas tres imágenes.

Si no son esas fotos con recuadro negro y un texto, o unos muñecos sin forma, es Gene Wilder en su papel de Willy Wonka original con algún texto superpuesto y supuestamente gracioso. Acá debo hacer una pausa y aclarar que el Willy Wonka original no fue Johnny Depp. Si así pensaba, queda claro por qué le gustan los memes.

Estos intentos de cómic, como en días pasados leí en un diario de publicación nacional, son una mera exaltación a la pereza y a la estupidez. No en vano, los que más comparten los famosos memes no pasan de 9° de bachillerato. Nos encontramos frente a un rebaño que no sabe a dónde va. La creatividad ha muerto para darle paso a la repetición de un mal chiste.

Soy ingenuo y aún creo que los que vienen detrás de mí podrán mejorar este oscuro panorama. Sin embargo veo un meme más y solo le pido a los Mayas que acaben con esta farsa. Un meme más y te vas.

sábado, 16 de junio de 2012

Un acto de amor

He vuelto a creer en el amor. En la última semana he estado experimentando insomnio y agitación. Cuando escucho su nombre mi pulso se vuelve irregular. Siento una gran ansiedad por saber qué dirá. Cuál será su próxima acción.

Acepto que casi se ha convertido en una obsesión. Sé que algunos dirán que estoy en un estado psicótico transitorio, mientras otros asegurarán que es un simple enamoramiento. Todos tienen razón. Eso es lo que siento, no hay otra explicación lógica para entender la situación que hoy me aqueja.

A mí y a la ciudad entera. Porque aguantar el gobierno de Petro es un acto de amor. El amor es ciego, el amor lo vuelve a uno idiota y la política del amor es la culpable que hoy la ciudad no sepa hacia dónde se dirige. 

Cada vez que el Alcalde hace una declaración me dan nervios. La ansiedad me llena porque no puedo imaginarme con qué me sorprenderá. Esta vez fue el nuevo Pico y Placa. Una novedosa modalidad que tal y como Petro lo explicó pensé que debía repasar el álgebra de Baldor. Que los pares, los impares, los números primos. 

Sin embargo, gracias al amor comprendí que con la placa par puedes ir a una dirección par y del mismo modo pero en sentido contrario. La "novedat" es que entre más al sur vayas uno queda sin pico y placa, espejos, radios y llantas, pero eso qué importa si para hacer bien el amor hay que venir al sur, tal y como lo cantaba Rafaella Carrà.

El amor trae consigo la ilusión. Y mi ilusión era que el nuevo Pico y Placa fuera por colores y que la única forma de escoger el color del carro fuera a través del famoso juego de "pica-pala". Si ganas escoges color.

En mi estado de enamoramiento o psicótico transitorio, tal y como lo quieras ver amable lector, (nótese que ya te tuteo al igual que el burgomaestre) seguí esperando más acciones que me cautivaran. Y no tuve que esperar mucho, justo esta semana se anunció la prohibición de las corridas de toros en Bogotá. Háganse a un lado metrópolis del mundo, esta era la decisión que necesitábamos para despegar. Hemos recuperado la plaza de Santamaría de las garras de unos asesinos de bestias. Y se las entregaremos a nuestros mejores poetas y escritores. 

Ya me veo declamando en el centro de la plaza los más hermosos versos. Y arrancaría con este estribillo:
"Oh gran ciudad preocupada por sus toros y su prohibición,
te mereces tus dirigentes, habitantes y tu extinción."

Y finalizaría con un sentido homenaje al desamor al decir: Tú tan par y yo tan impar. 

Como ven el amor me ha cambiado, pero no es ese tipo de amor que profesa el guatemanteco Ricardo Arjona cuando dice: acompáñame a estar solo. O cuando dice "Aun te amo, no se si por iluso o fatalista, no se si por cobarde o masoquista." Aunque no sé si en esta última frase se resuma lo que nos sucede a todos los bogotanos.

martes, 22 de mayo de 2012

Aprendiendo a elegir

No sé si es terquedad, ingenuidad o simplemente estupidez pero la gente sigue pensando que Twitter logrará hacer renunciar a los funcionarios públicos.

Primero fue una marcha pidiendo que Juan Manuel Corzo renunciara por compartir su falta de liquidez para tanquear sus dos carros, a pesar de ganarse 16 millones de pesos. Luego la gente se indignó porque el diputado antioqueño Rodrigo Mesa dijo que "meterle plata al Chocó era como perfumar un bollo". Gente que ni siquiera se ha arrimado por el Pacífico pidiendo a trinos que el señor Mesa renunciara.

Y en los últimos días, el senador Eduardo Merlano se negó a que le practicaran la prueba de alcoholemia, aduciendo que era un irrespeto hacia un funcionario publico como él. Todo esto quedó  registrado en video y la indignación en las redes sociales no se hizo esperar. 

Fuera Corzo, fuera Mesa, fuera Merlano. La historia se repite, los personajes cambian y la conclusión es la misma: no pasa nada. Sin embargo la gente sigue creyendo que el activismo tuitero a punta de RT va a sacar a senadores o funcionarios de sus puestos. Las redes sociales no lograrán resarcir los errores que los individuos cometen. Porque estos personajes que nos representan son lo que nos merecemos. Porque los elegimos. Y no es ninguna novedad.

Desde que elegimos a un lustrabotas para concejal de Bogotá las malas elecciones se vienen repitiendo. Demostrando así que el problema es de fondo. La gente no sabe elegir bien y piensa que Twitter y Facebook son el Ctrl Z para revertir los daños ya creados. Porque más reversa tiene un bollo, perfumado o no.  Por eso es que si se crea una cuenta como @renunciesenador debería existir otra que sea @renuncienlosquevotaronporelsenador y todos aquellos que con sus malas elecciones siguen perfumando este país de mierda.

lunes, 14 de mayo de 2012

Perdiendo con estilo

Tenía preparado un discurso sobre los ganadores y perdedores. Quería iniciar diciendo que en la vida y en el fútbol unos ganan y otros pierden. Con el fin de las ligas en Europa tenía varios ejemplos que demostraban que cuando ganar se convierte en rutina, el hecho de perder es apenas un recuerdo. 

Estaba convencido de que no había buenos perdedores. Pensaba que la derrota no era un espacio para celebrar. Creía que aquel que se acostumbró a ganar y de repente se encontraba con una derrota era el peor de los perdedores. Me convencí que eso le había sucedido a Pep Guardiola y su equipo. Tan acostumbrados estaban en la cima que al bajar para conquistar otro pico no habían podido afrontar la presión de no estar arriba. Culparon a su rival y denunciaron que dejaron pasar muchas cosas con su silencio. Y creí que esto no eran más que excusas. 

Pero Pep es único, no solo por su estilo, sino porque no puede ser comparado con los demás. Él está cansado de ganar luego de 4 temporadas y es tan respetable como único en él. Luego me remití a Sir Alex Ferguson que lleva 26 años en el Manchester United y hoy en día no acusa cansancio. Incluso se atrevió a decir que "Todo el mundo esperaba que el (Manchester) City ganara, pero lo hicieron jugando contra diez durante media hora y con cinco minutos extra para ayudarles". Aunque Guardiola y Ferguson perdieron no es posible compararlos. 

Pep ganó todo con un solo equipo y eso lo hace diferente de aquellos que lo han ganado todo con distintos equipos. No por nada Mourinho se acaba de convertir en el primer técnico en ganar las 4 grandes ligas de Europa. Nuevamente, son perfiles incomparables. Pero hay algo que los une a todos, son humanos que cuando se acostumbran a ganar, la derrota les cae mal. Tan acostumbrados a ganar que se les olvida perder. Todo esto tenía lógica y eran las pruebas vivas de que no hay buenos perdedores. Pero estaba equivocado, perdí en mi planteamiento. Estaba convencido que el que gana es el que goza. Sin embargo hubo una imagen que me demostró lo contrario. Se puede perder y celebrar. Se puede ser un buen perdedor. Y aquí está la prueba: 


A pesar de perder 3-2, a Cissé del Queen Park Rangers no le dio pena de ir a celebrar con Nasri, su rival del Manchester City que recién se coronaba campeón de la Premier League. Así que de ahora en adelante hay que saber perder con estilo, basta de excusas o de culpar a los demás. La próxima vez al igual que Cissé estaré al lado del campeón.

lunes, 23 de abril de 2012

El peor de los proxenetas

Toda mi vida he servido de facilitador para que aquellos que me rodeen se diviertan primero que yo. Especialmente a aquellas que consideraba hace un tiempo como amigas. La atención que les prestaba y el sacrificio que hacía era típico de una gran amistad. Algunos lo calificaban de alcahuetería y en realidad no me molestaba. Desde que todos fuéramos felices los detalles no importaban.

Sin embargo, el problema comenzó hace poco, cuando me di cuenta que no estaba obteniendo crédito alguno por esta tarea. Incluso algunas de mis amigas se quejaban por que no les estaba consiguiendo nada bueno. Fue allí donde lo que pensé que era una amistad siempre había sido un negocio, un mal negocio. Ese donde todos ponen y todos pierden.

No hay un manual al respecto, nadie te enseña a sacar crédito aprovechando los encantos y desencantos de aquellas que te acompañan en las noches. Las mismas que sagradamente llegan contigo pero se van con otros. Esas a las que hoy le gastas un trago y mañana dicen que van a pagar la botella entera, y en cambio pasan la tarjeta de la EPS para pagar. Y así una vez más uno se convierte en sus billeteras. Y otras veces te ven como su guardarropa. Arrancas por cuidarles el bolso, luego la chaqueta y terminas guardándole el celular y hasta el maquillaje.

Y reconozco que era feliz en esa sociedad, hasta me sentía afortunado por estar siempre rodeado de amigas. Incluso al velar por ellas se satisfacía en mí ese sentido paternalista. Cuando se han atrevido a atentar contra mi integridad física, a través de sus pellizcos y mordiscos, he descubierto que era una simple muestra más de ese afecto que nos unía.

Son esas marcas y cicatrices las que me servirán para recordar aquellos momentos, porque hoy es tiempo de reflexionar y entender que esto ya no es ni amistad ni negocio, todo lo que había conseguido era un grupo de amigas ideales para presentar a los del Servicio Secreto de Obama. Porque la realidad era que me había convertido en el peor de los proxenetas.

lunes, 16 de abril de 2012

Una cumbre sin consenso pero con sexo

Antes de que iniciara la Cumbre de las Américas en Cartagena, yo estaba esperando al siempre explosivo Hugo Chávez. Sin embargo, ante su ausencia lo único explosivo fueron unos petardos que aparecieron en la misma ciudad del Caribe colombiano. Valga la aclaración que no me estoy refiriendo a los mandatarios sino a unos artefactos que hicieron más ruido que daño. Nuevamente, no estoy hablando de los dignatarios.

Los que sí hicieron ruido y algunos daños fueron unos funcionarios del Servicio Secreto de Obama que descubrieron en carne propia por qué Colombia es pasión. Lo hallaron a través de los servicios de las siempre complacientes trabajadoras sexuales, que con sudor y algo más les mostraron a estos extranjeros que para disfrutar de estas hermosas tierras solo hay que venirse. Mientras unos buscaban la satisfacción a través del consenso, ellos hacían lo mismo pero con sexo.

Este tema incluso opacó a las Malvinas, Cuba o la legalización de las drogas, porque estos norteamericanos demostraron que a la Cumbre se va es a disfrutar. Ignoraré que Hillary estuvo en La Havana, un café de Cartagena, y se convirtió en Chica Águila. O que Shakira hizo su propia versión del Himno Nacional. Yo a ella no la critico porque si para cambiar al país hay que empezar por el himno es un gran primer paso.

Este escándalo sexual dejó mal parados a los once miembros del Servicio Secreto y los cinco militares involucrados y no lo dicen las prostitutas por conocimiento de causa, lo dice el general Martin Dempsey, jefe del estado mayor conjunto de Estados Unidos.

Aún no es tiempo de análisis, solo hasta dentro de 9 meses se verán los resultados de lo que dejó la Cumbre. Aunque conociendo a mi gente, creería que ya las trabajadoras sexuales están incluyendo dentro de su menú un "servicio secreto" que incluye un Barack Lomama, porque esta fue una cumbre sin consenso pero con sexo.

martes, 10 de abril de 2012

Vive Colombia, siente vergüenza por ella

No es que denigre de mi país, pero tampoco se me hincha el pecho de orgullo con los actos de mis compatriotas. Por lo menos no aquellos que vi en vacaciones. Traté de ver todo con ojos de extranjero, pensando que así podría apreciar la verdadera belleza de la propia patria, sin embargo lo que a continuación relato fue el resumen de ese intento.

Es evidente que viajar por el país tiene sus riesgos, por eso pensé que el primer trayecto debía ser en avión, más que todo pensando en la comodidad. En parte tenía razón, solo en parte porque varios sucesos hicieron darme cuenta de lo equivocado que estaba.

Saber de antemano que estaba a solo hora y media de dejar la fría capital y estar en una cálida playa era razón suficiente para estar emocionado. En la sala de espera veía a las personas a mi alrededor preguntándome quién de todos esos personajes podría quedar a mi lado en el avión.

¿Sería aquella mujer generosa en implantes PIP, o aquella otra joven rica, rica en biopolímeros ubicados en su región trasera? Claramente este paisaje era lo primero que saltaba a la vista, sin embargo un ruido me distrajo del par de atributos de sendas mujeres. Era un ladrido agudo e inconfundible de esos pequeños canes emparentados con las ratas. Alcé mi vista y vi a dos chihuahuas, uno de ellos todo un varón que de a poco se perdía en un grueso chaleco camuflado estilo militar. Como si esto no fuera suficiente espectáculo visual, el guerrero canino iba muy cómodo en una maleta de piel de tigre. Salvajismo en su máxima expresión.

Pronto cesaron los chillidos para ser reemplazados por los gritos y berrinches de unos gemelos con unos pulmones desarrollados a fuerza de los constantes quejidos. Era todo un duelo que por momentos se tornaba en dueto.

Ante este panorama temí que alguno de los personajes antes descritos se hicieran al lado mío en el avión. Con esa incertidumbre de saber quién sería la persona que estaría a mi lado, esperé hasta el momento de un despegue que se atrasó debido a ciertos problemas de coordinación interna en el cargue y descargue. Un hermoso eufemismo para decir sencillamente que se les olvidó bajar las maletas del vuelo anterior. Un muestra más de la genialidad de nuestras aerolíneas.

Finalmente despegamos y la silla contigua yacía vacía. Fue allí donde me di cuenta que por fin la comodidad se hacía realidad. Hasta que a los chihuahuas y a los gemelos les dio por dar un concierto inolvidable en pleno vuelo.

Al llegar a mi destino más muestras de comodidad y tranquilidad me dieron la bienvenida. El sonido de las olas, que en la bahía de Santa Marta son suaves, y esa constante pero refrescante brisa que viene de la Sierra Nevada lograron calmar el estrés de la ciudad que traía encima.

Hasta que llegó una volquetada de paisas salvajes queriendo colonizar las playas a las malas. Gritando a viva voz "Uribe, Uribe", como si fuera un grito de guerra. O como si con eso pudieran amedrentar a aquellos que estaban descansando y gozando de la tranquilidad rota por esta pandilla recién llegada.

Quise volver a sentirme extranjero en mi tierra y ver esta escena como algo particular y coloquial de estas tierras tropicales. Casi como una comedia. Pero lo que se generó en mi fue vergüenza ajena. Tanto como cuando vi una y otra vez a pequeñas niñas y enormes mujeres posando ante las cámaras. Con el mar de fondo y el viento haciendo bailar las chaquiras recién puestas en sus cabelleras. Amigo turista, si el objeto de tus afectos va a la playa y se pone chaquiras, déjala ir pero antes rápala.

El cuadro de costumbres seguía y mientras unos turistas sacaban billetes y monedas de aquel cilindro plástico amarillo que reemplaza las billeteras en la playa, otros jugaban fútbol ataviados en camiseta esqueleto blanca, medias negras hasta la rodilla y chanclas. Con este panorama y "Beautiful Life" de Ace of Base como música de fondo, de repente el año de 1995 llegó a las playas de Santa Marta y me envolvió. Fue un viaje en el tiempo a la década de los noventas.

Sé que la playa es terreno fértil para las colombianadas, pero lo que vi logró extasiarme al punto que luego de cuatro días decidí que ya era hora de iniciar el regreso a casa. Una odisea por tierra de 16 horas que fue la excusa para alargar el último día de descanso. Valga la aclaración que si el trayecto está ambientado por un mix de pistas musicales de organeta de primera comunión esas 16 horas se sienten como 24. Apenas iniciado el viaje apareció un aviso que decía que faltaban 870 KM para Bogotá. 50 metros después se asomó una nueva señal diciendo que faltaban 935 KM. La inteligencia vial en su clímax.

Cuando por fin llegué a casa comprendí que todo el exotismo de este país inviable es el que me lleva a concluir que orgulloso o no, este pueblo me divierte, por eso nos autodenominamos uno de los países más felices del mundo.

jueves, 8 de marzo de 2012

El eco de lo obvio

Twitter se convirtió en eco de lo obvio. Donde ayer fuimos expertos entrenadores de fútbol, hoy somos metereólogos certificados y mañana seremos candidatos a la terna para Fiscal General de la Nación.

Que está lloviendo, que tembló, que gol... Twitter, ese lugar donde se opina con la misma autoridad de política, fútbol y realities.

La libertad de opinar nos ha llevado a tal punto que somos tan expertos que sabemos más que los jurados de Yo me llamo y Colombia tiene talento.

Somos tan activistas que compartimos el mismo video de Kony. Y creemos que con eso ya vamos a cambiar el mundo.Yo lo vi hasta la mitad porque me aburrí. Siento que tenemos más problemas en el Chocó que en Uganda. Y cuántos trinamos a favor del Chocó y ni siquiera nos hemos asomado por allá.

Tan fiscales somos todos que ya condenamos a Laura Moreno, pero aún no sabemos realmente quién mato a Luis Andrés Colmenares. Estamos tan metidos en el tren mediático que deberíamos ver el gran documental "Paradise Lost 3: Purgatory" y reflexionar un momento.

Pero no hay tiempo, debemos seguir opinando con el argumento que todo lo sabemos por cultura general. Que quede claro, la universidad de la vida solo nos hace expertos en colombianadas.

Porque finalmente sobre las cosas que no se conocen siempre se tiene la mejor opinión*, muestra de ello son estas líneas que aquí terminan.

*Cita de Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716) Filósofo, físico y matemático alemán.

miércoles, 15 de febrero de 2012

El día en que Facebook se convirtió en una sala de maternidad

Siempre pensé que Facebook era una herramienta más para superar mi timidez y conocer mujeres. Y así fue, empecé a conocerlas sin que ellas se dieran cuenta, luego de revisar todas sus fotos, sus mensajes y sus intereses. Investigación juiciosa le dicen unos, acoso le dicen otros, sin embargo pude acercarme a muchas de ellas.

Todavía me acuerdo de aquel gran diálogo de The Social Network, cuando Jesse Eisenberg en su papel de Mark Zuckerberg le dice a Eduardo Saverin, interpretado por Andrew Garfield, que los intereses y el estatus de relación es lo que mueve la vida universitaria. Si estás teniendo sexo o no. Es la razón por la cual las personas inscriben ciertas materias y se sientan en puestos estratégicos. Es la razón por la que las personas se conectan para ver si tienen cierto chance de acostarse con alguien o al menos de conocerlo.

Pero Facebook se jodió el día en que usted aceptó la solicitud de amistad de un familiar. A partir de ese momento, ya no fue necesario reunirse los domingos en la casa de la abuela para ponerse al tanto de la vida de los demás. Ya la tía, el papá o la mamá se están encargando de contarle al resto de familia lo que uno hace en Facebook. 

La familia, esa palabra fue la que acabó Facebook, al punto que hoy en día esta red social ha pasado a ser un gran centro de maternidad. En las últimas 24 horas he visto imágenes de más de 5 ecografías, unas en 2D, 3D y otras en 4D, pero en todas veo los mismos tonos grises sin forma que a la demás gente les parece "divinos" e "igualitos al papá o la mamá". He visto figuras con mayor claridad en un cuadro cubista, qué va, hasta en un vómito he visto más formas.

Adicionalmente, he leído varios mensajes anunciando el nacimiento de nuevos voraces consumidores en este mundo con fecha de expiración. Mientras unos anuncian el género, otros aprovechan para hacer la lista de los regalos para la criatura no nacida. Exigencias que desde ya se ajustan al estudio de la ONU que concluye que "en 2030, la demanda global de alimentos habrá aumentado un 50%, la de energía un 45% y la de agua un 30%". 

Viendo ese oscuro panorama creería que el tema de la procreación no se tomaría a la ligera, sin embargo, mientras los problemas crecen y la temperatura global del planeta sigue aumentando, la gente sigue tirando. El problema es que no han nacido las generaciones futuras y ya se han tomado Facebook.

Qué equivocado y decepcionado debe estar @azableh cuando pensó que "La evolución natural de Facebook es que se inventen una página donde tus amigas suban sus videos sexuales". Ya quisiera ver uno a una amiga en cuatro, pero no gateando detrás de sus bebés. Es que ni siquiera hay imágenes amamantando.

Tristememente el nacimiento de unos terminó acabando con la diversión que era Facebook. Ahora sí se puede decir que este es el principio del fin.




miércoles, 1 de febrero de 2012

Extranjero en mi propia tierra


Esta tierra donde me tocó nacer no deja de sorprenderme. Cuando aún digería que somos el segundo país más feliz del mundo, ahora resulta que somos el primero en cobrar peaje para usar escaleras eléctricas.

El exotismo de este país inviable logra cautivar a todo extranjero que pisa nuestro territorio. Y la amabilidad de la gente es una de las facetas que más los impactan. Tan amables somos que a los criminales los tratamos de "don" y les creemos todo lo que dicen.

Debo aceptar que las opiniones de los forasteros que he conocido últimamente han cambiado mi percepción hacia mi país. Conocí personas de otras latitudes que luego de estar en Colombia querían quedarse. Dejarlo todo por venir a vivir en el mismo sitio al que constantemente me refiero como patria pútrida.

Varias veces les pregunté qué les atraía de Colombia, y las respuestas eran las mismas, la gente, el clima, la amabilidad. Por una hora me intentaron convencer de las bondades de mi propio país. Incluso comparando las deficiencias de sus propios países. Y fue allí que comprendí,  uno de los requisitos para valorar esta tierra es haber nacido lejos de ella. El afán por conocer otras culturas y regiones cuando no se conoce la propia transforma la novedad en atractivo.

Por eso de ahora en adelante seré un extranjero en mi propia tierra. A ver si a través de otros ojos se puede apreciar la verdadera belleza de la propia patria.

Perdido


Perdido. Con esa sensación inicié el año. Todo a mi alrededor se me hacía desconocido. Posiblemente era uno de los tantos síntomas que trae enero, junto con el guayabo luego de los excesos. También podría ser el cansancio después de trabajar sin descanso, o quizás fue la falta de días feriados.

Encontrarse en la rutina no es más que una excusa, hace falta desprenderse del libreto y vivir cada día a la vez. Sin embargo, se necesita conocer a ciertas personas para que logren cambiarle a uno la manera de pensar y de actuar. Y así sucedió. Sin pensarlo, sin necesidad de análisis. Dejando que todo fluyera.

Estaba acostumbrado a pensar en lo que pudo haber sido, demostrando así una incapacidad de superar mis propias barreras. Especialmente el miedo. Sin embargo, lo logré, lo superé. Porque hay personas que te empujan a hacer lo impensable. Su misión es sencilla, es sacar lo mejor que tenemos dentro. Los métodos podrán ser exigentes, pero valdrá la pena. Hay que rodearse de ese tipo de gente.

A veces esas personas llegan como faros dispuestos a guiarte en el camino. Y luego de unos cuántos kilómetros recorridos desaparecen a lo lejos, dejando una imagen unas veces, un recuerdo otras. Y al final encontrarás el camino, porque para encontrarse hay que estar perdido, así fue como este año inicié mi recorrido.