miércoles, 15 de febrero de 2012

El día en que Facebook se convirtió en una sala de maternidad

Siempre pensé que Facebook era una herramienta más para superar mi timidez y conocer mujeres. Y así fue, empecé a conocerlas sin que ellas se dieran cuenta, luego de revisar todas sus fotos, sus mensajes y sus intereses. Investigación juiciosa le dicen unos, acoso le dicen otros, sin embargo pude acercarme a muchas de ellas.

Todavía me acuerdo de aquel gran diálogo de The Social Network, cuando Jesse Eisenberg en su papel de Mark Zuckerberg le dice a Eduardo Saverin, interpretado por Andrew Garfield, que los intereses y el estatus de relación es lo que mueve la vida universitaria. Si estás teniendo sexo o no. Es la razón por la cual las personas inscriben ciertas materias y se sientan en puestos estratégicos. Es la razón por la que las personas se conectan para ver si tienen cierto chance de acostarse con alguien o al menos de conocerlo.

Pero Facebook se jodió el día en que usted aceptó la solicitud de amistad de un familiar. A partir de ese momento, ya no fue necesario reunirse los domingos en la casa de la abuela para ponerse al tanto de la vida de los demás. Ya la tía, el papá o la mamá se están encargando de contarle al resto de familia lo que uno hace en Facebook. 

La familia, esa palabra fue la que acabó Facebook, al punto que hoy en día esta red social ha pasado a ser un gran centro de maternidad. En las últimas 24 horas he visto imágenes de más de 5 ecografías, unas en 2D, 3D y otras en 4D, pero en todas veo los mismos tonos grises sin forma que a la demás gente les parece "divinos" e "igualitos al papá o la mamá". He visto figuras con mayor claridad en un cuadro cubista, qué va, hasta en un vómito he visto más formas.

Adicionalmente, he leído varios mensajes anunciando el nacimiento de nuevos voraces consumidores en este mundo con fecha de expiración. Mientras unos anuncian el género, otros aprovechan para hacer la lista de los regalos para la criatura no nacida. Exigencias que desde ya se ajustan al estudio de la ONU que concluye que "en 2030, la demanda global de alimentos habrá aumentado un 50%, la de energía un 45% y la de agua un 30%". 

Viendo ese oscuro panorama creería que el tema de la procreación no se tomaría a la ligera, sin embargo, mientras los problemas crecen y la temperatura global del planeta sigue aumentando, la gente sigue tirando. El problema es que no han nacido las generaciones futuras y ya se han tomado Facebook.

Qué equivocado y decepcionado debe estar @azableh cuando pensó que "La evolución natural de Facebook es que se inventen una página donde tus amigas suban sus videos sexuales". Ya quisiera ver uno a una amiga en cuatro, pero no gateando detrás de sus bebés. Es que ni siquiera hay imágenes amamantando.

Tristememente el nacimiento de unos terminó acabando con la diversión que era Facebook. Ahora sí se puede decir que este es el principio del fin.




miércoles, 1 de febrero de 2012

Extranjero en mi propia tierra


Esta tierra donde me tocó nacer no deja de sorprenderme. Cuando aún digería que somos el segundo país más feliz del mundo, ahora resulta que somos el primero en cobrar peaje para usar escaleras eléctricas.

El exotismo de este país inviable logra cautivar a todo extranjero que pisa nuestro territorio. Y la amabilidad de la gente es una de las facetas que más los impactan. Tan amables somos que a los criminales los tratamos de "don" y les creemos todo lo que dicen.

Debo aceptar que las opiniones de los forasteros que he conocido últimamente han cambiado mi percepción hacia mi país. Conocí personas de otras latitudes que luego de estar en Colombia querían quedarse. Dejarlo todo por venir a vivir en el mismo sitio al que constantemente me refiero como patria pútrida.

Varias veces les pregunté qué les atraía de Colombia, y las respuestas eran las mismas, la gente, el clima, la amabilidad. Por una hora me intentaron convencer de las bondades de mi propio país. Incluso comparando las deficiencias de sus propios países. Y fue allí que comprendí,  uno de los requisitos para valorar esta tierra es haber nacido lejos de ella. El afán por conocer otras culturas y regiones cuando no se conoce la propia transforma la novedad en atractivo.

Por eso de ahora en adelante seré un extranjero en mi propia tierra. A ver si a través de otros ojos se puede apreciar la verdadera belleza de la propia patria.

Perdido


Perdido. Con esa sensación inicié el año. Todo a mi alrededor se me hacía desconocido. Posiblemente era uno de los tantos síntomas que trae enero, junto con el guayabo luego de los excesos. También podría ser el cansancio después de trabajar sin descanso, o quizás fue la falta de días feriados.

Encontrarse en la rutina no es más que una excusa, hace falta desprenderse del libreto y vivir cada día a la vez. Sin embargo, se necesita conocer a ciertas personas para que logren cambiarle a uno la manera de pensar y de actuar. Y así sucedió. Sin pensarlo, sin necesidad de análisis. Dejando que todo fluyera.

Estaba acostumbrado a pensar en lo que pudo haber sido, demostrando así una incapacidad de superar mis propias barreras. Especialmente el miedo. Sin embargo, lo logré, lo superé. Porque hay personas que te empujan a hacer lo impensable. Su misión es sencilla, es sacar lo mejor que tenemos dentro. Los métodos podrán ser exigentes, pero valdrá la pena. Hay que rodearse de ese tipo de gente.

A veces esas personas llegan como faros dispuestos a guiarte en el camino. Y luego de unos cuántos kilómetros recorridos desaparecen a lo lejos, dejando una imagen unas veces, un recuerdo otras. Y al final encontrarás el camino, porque para encontrarse hay que estar perdido, así fue como este año inicié mi recorrido.