domingo, 11 de octubre de 2015

Chambonada

Durante esta administración asistimos a la muestra más grande de ingenio, recursividad y creatividad. Algo solo visto al nivel de un Kínder o un pre transición. 

Esta es la historia de un líder que con tan solo plastilina y una máquina de presión tapó varios huecos. Con unos adhesivos y marcadores logró completar la flota de SITP provisionales. 


Y entonces le dieron una crayola, pintó unas cuantas líneas en la calle y las llamó las ciclorrutas para el cambio climático. Y con unos bloques amarillos de Lego que encontró protegió a los ciclomotores y bici taxis que se tomaron estas rutas. 

Renders y colores fueron usados para suavizar la dureza de nuestras esquinas. Humanizando a punta de Magi, Magicolor, doble punta, doble color. 

Fuimos testigos de la proeza de ver cómo alguien durante cuatro años, con la misma habilidad de alguien de cuatro, se atrevió a saltar esa delgada línea entre la recursividad y la chambonada. Y no sólo rebasó el límite. Lo borró por completo, fue más allá y se perdió en su propio egocentrismo. 

Hoy este progresista se está graduando con honores por una gestión más cercana a un proyecto escolar que el de una administración de una ciudad. 

Así nos deja una Bogotá donde la exaltación de la condición humana es que se puede improvisar y errar al tiempo, pero al final las condiciones de la chambonada están completas porque lo que importa es cumplir por cumplir. 

miércoles, 29 de abril de 2015

Cuestión de percepción

Existe una ciudad donde no hay delitos, una urbe de puertas de abiertas, una metrópoli humanitaria donde el amor es la política.

Un sitio donde no existen robos, son tan solo préstamos a largo plazo. Donde no existen las armas blancas, porque hay navajas de otros colores como parte de la diversidad celebrada en este lugar. 

Los delincuentes no existen, son apenas víctimas del matoneo digital. Los abusos a las mujeres en el transporte público son estériles flirteos. 

Un reino sin Dios, sin ley, donde los funcionarios de la administración de esta gran ciudad pueden insultar a los agentes del orden y a todos aquellos que no comulguen con la nueva civilización. 

Esta población no conoce de obstáculos. No entiende de barreras, por eso los baños de los habitantes más jóvenes no tienen divisiones.

Porque aquí el ser humano debe ser libre, sin ataduras y si alguien dice lo contrario es porque simplemente distorsiona la información. Esta administración se rige desde su cabeza por la presunción de inocencia. Por que todo lo que se hace, se realiza en nombre del amor.

Todo esto ni es falso, ni es verdad, todo es cuestión de percepción. Bienvenidos a la población de un país sin pena capital, sin pena, sin capital y sin Alcalde o por lo menos de eso se presume.