miércoles, 27 de noviembre de 2013

Para el otro año

En el ambiente ya se huelen las natillas y los buñuelos, ya se escucha el tutaina tuturumaina. Llegó Navidad, tiempo de alegría, de dar, de recibir, de compartir. Pero también es momento de desempolvar la más vieja excusa para posponer todos esos compromisos laborales que llegan de la mano de las novenas y los aguinaldos.

Es la época ideal para procrastinar. Todo se aplazará menos las novenas. Ya lo que no se hizo este año tocó dejarlo para el otro. Aunque admirable, es bastante complicado querer hacer en un mes lo que no se hizo en once.

Por eso es válido decir al menos una vez al día: "Uy eso ya quedó para el otro año". 

Así que para el informe de resultados que le están solicitando bien puede decir con tranquilidad: - "Uy eso ya quedó para el otro año". 

¿Hay que entregar el presupuesto del otro año? - "Uy eso ya quedó para el otro año". 

¿Y qué tal si organizamos el archivo?- "Uy eso ya quedó para el otro año". 

¿Que hay que hacer recorte de personal? - "Uy eso ya quedó para el otro año". 

¿Cómo así jefe, y el recorte empieza conmigo? - "Uy eso ya quedó para el otro año". 

Sin embargo toda excusa tiene sus reglas y situaciones especiales las cuales serán determinantes según el escenario en el que nos encontremos. Existen cuatro categorías muy reconocidas que distinguen cuál es la situación ideal para poder aplazar aquella tarea que le solicitan.

En la primera situación, hay que identificar el rango del interlocutor al cual se le responderá con el contundente "Uy eso ya quedó para el otro año". Si el interlocutor es de la misma jerarquía, es probable que luego de la respuesta la discusión llegue a su fin. Sin embargo, si el interlocutor es de una jerarquía superior, será necesario tener al menos un argumento que respalde el contundente: "Uy eso ya quedó para el otro año".

Podría continuar con las situaciones restantes, sin embargo estas ya quedaron para el otro año.


miércoles, 2 de octubre de 2013

Los asesinos somos más

Violencia solo hay una y los asesinos somos más. Durante años nos hemos engañado, pensando que hay distintos tipos de violencia. Tanto así, que le damos más importancia al tipo de violencia según la clase de víctima.

Según eso la violencia infantil es más grave que la violencia de género, la cual es más importante que la violencia en las calles. La víctima es la que le da la importancia al tipo de violencia.

Pero esto es una mentira. La importancia la dan los medios y es allí donde se genera mayor recordación en el público.

Porque solo hay un tipo de violencia y es aquella en la que se mata a alguien con premeditación. En la que se le arrebata la vida a alguien sin importar las consecuencias ni el daño causado.

Si asesinan a un niño, a una mujer, a un anciano, a un abogado, a un doctor o a un sacerdote debe ser igual de reprochable en todos los casos. Sin importar cómo fue asesinado, sin quedarse en el detalle de por qué fue asesinado.

Si fue un robo, una venganza o una equivocación, el hecho es el mismo, una vida fue sesgada y ya no volverá.

Somos asesinos de la verdad al desconocer que la vida debería ser sagrada. Por eso es que hoy los asesinos somos más. Porque limitamos la violencia al tipo de víctima, cuando toda vida arrebatada debería tener la misma reacción de rechazo.

Prohibamos la vida

La solución para frenar la violencia debe ser igual de drástica que quitar una vida. Siguiendo la misma lógica y filosofía prohibitiva que en los últimos días se ve en los medios, para frenar los asesinatos se debería prohibir la vida.

Tan fácil y sencillo, ya que al no haber vida, nadie se atreverá a quitarla. Es una acción simple.

De este modo ya no tendríamos que guardar el celular en las calles. Ya no tendríamos que prohibir el fútbol. Tampoco prohibiríamos las bebidas alcohólicas. Ni las armas. Ni los vehículos que cuando se juntan con bebidas alcohólicas se transforman en armas de destrucción masiva.

Incluso para frenar la violencia de género propondría prohibir todo contacto físico. Así se garantizaría aún más la propuesta inicial de prohibir la vida.

Esta sociedad está tan descompuesta que pasamos de la vida es sagrada a prohibamos la vida. A eso nos ha llevado la lógica actual. Una forma de pensamiento facilista, corta de ideas y que tan solo lleva a propuestas descabelladas como la descrita.

Una alternativa que generaría enormes críticas, pero el mayor problema que le encuentro es que es una medida que se debió implementar antes. Porque a los primeros que les debieron prohibir la vida fueron a esos que hoy nos gobiernan.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Se perdió el respeto

Ahora sí. Se perdió el respeto por completo. No se preocupen por la pérdida de los valores. Lo que esta sociedad perdió por completo es el respeto. Respeto por la autoridad. Respeto por la ley. Respeto por la tradición.

El momento justo en que se perdió el respeto fue cuando los padres dejaron de amenazar a sus hijos con "ponerle un policía al lado para que hicieran las tareas". Ahí fue cuando se jodió todo.

Por eso los vándalos ven a un policía como objetivo para practicar su puntería. Si no son piedras o palos, hasta los puños sirven para practicar contra estos maniquíes de verde. Lo de los vándalos es más mediático porque quedó grabado en las cámaras. Pero el irrespeto a la autoridad sucede en cualquier lado, en cualquier momento.

Tanto que se han convertido en parte del paisaje, ni de bolardos sirven porque hoy en día ya es común ver vendedores en Transmilenio intentando sonsacar el dinero que algunos tienen para el pasaje de regreso. Y también ladrones que buscan el mismo objetivo pero con acciones más directas e intimidantes.

Porque hubo un tiempo en que la Policía intimidaba, ¿se acuerdan cuando la Policía era sinónimo de autoridad? Tiempos aquellos en que la gente pensaba dos veces antes de irrespetar a otro ciudadano. Sin embargo la indisciplina se convirtió en una constante porque ya no hay castigos.

Esta sociedad requiere volver a lo básico, a lo simple. Y la disciplina en toda actividad debe ser un no negociable. Se nos refundió el respeto en este país de despistes. Dejamos que el caos nos embargara porque elevamos esa connotación negativa que aparece cuando se habla de disciplina.

Hay una delgada línea entre flexibilidad y alcahuetería y se llama indisciplina. Entender esto es parte de un proceso que debe arrancar por cada uno de los que se autodenominan ciudadanos. Esas sanciones y castigos que tanto hacen falta hoy deben partir de uno mismo y adoptar formas saludables de recuperar esa sana convivencia que alguna vez se respiró en el país.

Busquemos en nosotros mismos, quizás allí está el respeto que no se había perdido, tan solo estaba refundido entre tantas excusas.

miércoles, 31 de julio de 2013

Manejo impecable

Es perfectamente entendible que Fabio Salamanca, el joven que conducía ebrio y causó un accidente el pasado 12 de julio, esté libre. Ir a 140 kilómetros por hora en una ciudad con una malla vial como la de Bogotá es de admirar. Este joven es un ejemplo para la sociedad. ¿Cuál peligro? Una lástima que un taxi se le haya atravesado, porque hubiera podido batir un récord de velocidad digno de los Juegos Mundiales. Maldito taxi que seguramente hace parte de esa mancha amarilla podrida que realizan paseos millonarios.

Este joven está de parte de la ley, es un héroe, hay que elevarlo a mártir de la patria. Posiblemente deje paralítico al taxista atravesado, pero mucho mejor porque ese sí es un peligro a la sociedad, esa gente sí tiene multas por irrespetar las normas de tránsito cuando se les da la gana. Pero este taxista ya no podrá manejar más gracias a un uniandino ejemplar. Gracias Fabio. La ciudad es más segura gracias a ti. Un taxista a la vez lo vamos a lograr.

¡Y qué si mató a dos inocentes! En Cuba están negociando unos que han matado a muchos más, y véalos, también salen en los noticieros. ¡Fabio estás a la par de Timochenko y compañía! Además las dos muchachas que murieron no eran gringas, así que no pasa nada.

Los que sí quedaron gringos fueron aquellos que aún no comprenden el fallo de la juez al considerar que Fabito no es un peligro para la sociedad. Ya no juzguen, ni condenen a este joven emprendedor, que bien prendido sí estaba cuando se montó en su Audi, suficiente tiene con estar estresado.

El manejo de la justicia de este país es casi tan impecable como la manera de manejar de Fabio Salamanca, así parezca que de atropello en atropello la justicia de este país parece manejada por un ebrio al volante.

lunes, 8 de julio de 2013

Que gane el buen fútbol

En la final del Fútbol Profesional Colombiano entre Santa Fe y Nacional espero que gane el buen fútbol. Esta frase es tan solo un eufemismo para decir que espero que pierdan ambos. Los dos equipos más regulares de este primer semestre se enfrentan en una final en el campo y en mi cabeza. No sé cuál de los dos me genera más reservas. 

Pero es momento de dejar los odios a un lado y seré hincha del mejor nivel futbolístico, la armonía entre los hinchas, la paz en los estadios, la buena energía, la hermandad, el balón...

Dejando los eufemismos a un lado, reconozco que los dos equipos llegan a la final de manera justa. El primero y el segundo, en el todos contra todos, se verán las caras y decidirán quién es el mejor. O el menos peor, según el punto de vista.

Como los dos equipos no pueden perder, hay que buscar algún ganador con esta situación. Y el ganador es la coherencia, la regularidad, la sensatez. En los últimos torneos se está marcando la tendencia que aquel equipo que hizo las cosas bien en la fase inicial está llegando a las finales, llevándose el trofeo. Una recompensa que debería suceder más a menudo.

Motivo por el cual tomo este ejemplo para argumentar la posibilidad de implementar un solo campeonato, que premie con el trofeo a aquel que hizo las cosas bien de principio a fin. 

Teniendo en cuenta que el próximo año se llevará a cabo el Mundial en Brasil, la FIFA pide que los países participantes finalicen sus torneos locales antes del 18 de mayo de 2014. Esta sería una buena oportunidad para ver cómo le va al fútbol colombiano en una modalidad que no recurra a dos fases, donde en esa segunda etapa hay un borrón y cuenta nueva. Legitimando en algunos casos ciertas injusticias.

El estudiante que se esfuerza y sobresale todo el año debería ser premiado al final. Y no premiar a aquellos vagos que pasaron raspando y al final se acordaron de estudiar. Hay que premiar la regularidad, la consistencia, pero ante todo el buen fútbol, así la final sea entre Santa Fe y Nacional.

martes, 14 de mayo de 2013

El bus de la victoria

No sueño con un país en paz, sino uno donde se celebren los triunfos de los deportistas sin entrevistar a la mamá, la abuela o la tía.

¿Qué novedad puede compartir la abuelita del futbolista que con sus goles llevó a determinado equipo a ser campeón? ¿O acaso la tía del ciclista que ganó la etapa de la competencia podrá decir cómo se preparó el deportista? Seguramente el padre, que cuando sus hijos triunfan sí aparece, podrá relatar una historia conmovedora de apoyo constante.

Hay que dejar de subirse en el bus de la victoria y hacer de todo un país los triunfos de unos pocos. El triunfo es de ellos, de esos deportistas que se han esforzado al máximo. De igual forma deberían esforzarse los periodistas y buscar la noticia en los protagonistas. El argumento de entrevistar a esa persona que engendró al campeón ya se gastó.

Solo pido un poco de sentido común. No es mucho. Por qué arrancar la entrevista preguntando si están felices con la noticia, cuando es obvio al ver las imágenes de la familia reunida gritando de emoción. O cuando aparece la mamá llorando emocionada al ver las imágenes de su hijo triunfar y se le acerca el periodista para preguntarle si está llorando de la emoción.

No hay preguntas estúpidas, sino estúpidos que preguntan, pero también necesitamos respuestas inteligentes. Ya no más diplomacia. Les pido a los familiares de aquellos deportistas que cuando los entrevisten, respondan con total sinceridad. Digan que no tienen ni idea de cómo su hijo ganó, que le pregunten a él.

- Señora, ¿sí tuviera a su hijo al frente en estos momentos, qué le diría, lo abrazaría?
Responda con sinceridad, diga que primero lo manda a bañar porque así todo sudado, por más hijo que sea no se le va a acercar.

- ¿Qué mensaje le mandaría a su hija en estos momentos de triunfo?
No se preocupe, yo esta noche hablo con ella, tranquilo, ella tiene celular y seguramente como está fuera del país no va a ver la emisión de noticias.

Esforcémonos un poco. No ganamos todos, gana usted, señor periodista. Pero la tranquilidad de ver preguntas inteligentes y noticias profundas será de todos.

Señales que no son claras

Cuando un Presidente de un país se queja en público de algún servicio es porque algo debe hacerse con urgencia.

Con mucha diplomacia el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se refirió a la "desesperante y creciente mala calidad en el servicio de la telefonía celular". Aunque no se refirió a ningún operador, es claro a quién iba dirigida esta crítica.

Tan claro que el mismo presidente de esa compañía salió hoy con unas declaraciones que dejan aún más mal parada al servicio de telefonía que ofrecen. No puede ser excusa que como al presidente de Claro también se le cae la señal hay que conformarnos con ese tipo de servicio.

Que un presidente de una compañía hable de las fallas de su producto va en contra de la calidad de su servicio. Podrá ser sincera su respuesta pero lo que más genera es desconfianza. Y si el pretexto es que las necesidades de los usuarios superan el ritmo de las inversiones de la empresa, es claro que les quedó grande el negocio.

Puede que los apagones convocados por algunos les duela, o quizás hasta las críticas en las redes sociales les afecten la reputación. Sin embargo hay que actuar. La situación amerita dejar las palabras a un lado.

Por mi parte mi queja de Claro es su lentitud en el servicio de datos, a tal punto que hay momentos que no existe. De este modo esperaré a cumplir el tiempo que me queda de contrato y buscaré opciones en otros operadores. Mientras tanto si el Presidente Santos logra resolver la desesperante y creciente mala calidad de Claro yo lo reelijo. Para qué viviendas gratis cuando puede arreglar la señal del celular, adelante Presidente.

Y para el presidente de Claro, lo más seguro es que luego de esas declaraciones le pase lo mismo que las llamadas, no demora en caerse.

La justicia es un chiste

Está un abogado en una cárcel y de repente queda en medio de disparos entre presos y guardias. Parece el comienzo de un chiste, pero es una historia real.

La historia continúa y el abogado permaneció en el motín tanto tiempo que su desempeño sexual se vio afectado. El pobre hombre quedó en medio de los disparos entre los internos y los guardias.

No hay mayores detalles al respecto de qué clase de motín fue. O si este es un eufemismo para la palabra orgía. Quién sabe qué clase de disparos fueron, sin embargo el trauma del jurista fue tal que le diagnosticaron estrés postraumático.

Al igual que su miembro viril, el desempeño familiar, social y laboral se vino abajo. Después de todo era un abogado penal y su capacidad eréctil era muy importante en todas sus facetas. Así que si por un lado la justicia reducía las pensiones millonarias de los congresistas, por este otro al abogado lo repararon a punta de viagra.

Lo que sí queda claro es que la reparación parará hasta que se le pare. No es un chiste, es la realidad. El verdadero chiste es la justicia de este país.

miércoles, 24 de abril de 2013

Las llaves y las cerraduras

A lo largo del tiempo, llaves y cerraduras han aprendido a existir juntas.

Dos llaves pueden estar juntas por mucho tiempo. Y a la unión en la que están se le puede llamar de varias formas. Unos les dirán llavero y otros simplemente, conjunto de llaves.

Y podrán vivir juntas bajo una misma argolla. Incluso podrán pasar de un llavero a otro. Y siempre convivir entre sus similares, es decir entre llaves.

Lo mismo ocurre con las cerraduras. Permanecen juntas y se acompañan durante toda su existencia. Viven en sociedad y las encontramos siempre en el mismo sitio, comúnmente en las puertas.

Sin embargo, una puerta solo se abrirá cuando una llave y una cerradura se encuentren. Porque dos cerraduras no abrirán puertas, como tampoco lo harán únicamente dos llaves. Es necesario que estos dos elementos se complementen para de esta forma lograr la acción deseada.

Así, hay puertas que solo se abrirán cuando se cumpla el complemento natural. Mientras tanto, las llaves y las cerraduras podrán permanecer juntas hasta el final de los días, aceptando que habrá puertas que jamás abrirán.

domingo, 7 de abril de 2013

A marcharse por la paz

Este 9 de abril es una nueva jornada de esa forma de participación ciudadana que algunos tildan de histórica, que otros creen que generará cambios y que incluso algunos consideran que contribuirá con ponerle fin a más de 50 años de conflicto y así conseguir la tan anhelada paz. Vuelven las marchas, las movilizaciones masivas.

El próximo martes se espera repetir la masiva participación de aquella famosa marcha de "Un millón de voces contra las FARC" en el 2008. "El 9 de abril todos debemos salir a expresarnos a favor de esa paz" expresó el presidente Juan Manuel Santos.

El objetivo según el secretario privado de la Alcaldía de Bogotá, Jorge Rojas, es desbordar la plaza de Bolívar. Es decir, algo muy parecido con el tema de las basuras cuando desbordaron la ciudad, pero esta vez con gente. Es hora de sacar a la gente a la calle por la paz. Que no es difícil con todos los desempleados y trabajadores informales que ya andan por ahí.

Para mí es una nueva jornada contra el sedentarismo. Es la oportunidad de hacer ejercicio. Es una ciclovía entre semana, por algo es día cívico en Bogotá. Las marchas son caminatas que afectan la ya complicada movilidad de nuestra ciudad.

Desde hace rato se agotó la fórmula de marchar para exigir algo, simplemente porque la marcha sin acciones posteriores es igual de efectiva a reenviar correos electrónicos que dicen que Bill Gates está compartiendo su fortuna. O lo que es peor, cambiar la foto del perfil de Facebook para apoyar alguna causa justa.

Aunque debo reconocer que me siento apátrida al leer las declaraciones del secretario privado de la Alcaldía de Bogotá, cuando motiva a la ciudadanía confirmando la presencia del 'Pibe' Valderrama, "quien está muy comprometido, pidió participar y va a decir 'todo bien por la paz'". Si el 'Pibe' y su 'todo bien' no me motiva, creo no merezco ser llamado colombiano. 

Por eso mi propuesta es no marchar por la paz, sino marcharse por la paz y que todos los actores armados del conflicto se marchen lejos del país, renuncien a sus roles y no vuelvan jamás. ¿Luego eso no es lo que están haciendo en La Habana? Ya acaba de salir 'Pablo Catatumbo' para allá a acompañar al secretariado a la mesa de diálogos en Cuba. 

Estando allá la plana mayor de las Farc, es mejor que se marchen del país y que no vuelvan. De todas maneras si se logran acuerdos, seguramente se les perdonarán los delitos y hasta se les permitirá participar en política. Y es bien sabido que acá de votar poco sabemos. Así que a marcharse por la paz y todo aquel violento que se vaya yendo bien lejos.

domingo, 24 de febrero de 2013

Con los terroristas

El terrorismo se está apoderando de este mundo globalizado. En las redes sociales ya estamos viviendo la era del ciberterrorismo. En los últimos días he sido víctima de un atentado visual y auditivo que se repite un link a la vez.

En Youtube, Twitter y Facebook me rodean todos esos terroristas que comparten, actúan y se divierten con esa oda a la estupidez que es el baile del Harlem Shake. La estupidez es viral y es más peligrosa que la gripe aviar, el SARS, o los memes. Cada vez que alguien hace el Harlem Shake, el Apocalipsis, en forma de meteoritos, se acerca. 

Ese pedazo de canción donde la epilepsia y las convulsiones exorcistas son homenajeadas, poco a poco nos acerca al exterminio. No son los zombies la epidemia que nos debe preocupar. Son los estúpidos que en manada se agrupan alrededor de este baile. Una danza que en 30 segundos mata más neuronas que las drogas. 

Las situaciones extremas requieren medidas desesperadas. Por eso necesitamos, con suma urgencia, que a las redes sociales vuelvan esas tiernas imágenes, de aquellas criaturas que vienen al mundo con el único propósito de renovar la esperanza perdida. Esas fotografías que combaten la soledad y son el vivo ejemplo de las familias modernas. Es un grito desesperado que hago para que vuelvan las fotos de gatos. Y si es necesario también pueden poner fotos de bebés. Incluso de fetos sí nos vamos al extremo. 

Es eso o necesitamos una lluvia de meteoritos. Porque el fin se acerca. La estupidez nos rodea. Y el único baile tipo Harlem Shake que podría interesarme es uno ambientado en Cuba durante los diálogos de paz, ese sí con los terroristas.

domingo, 10 de febrero de 2013

Regreso a clases

Yo aprendí a escribir en un cuaderno Norma, no en un iPad. Y al ver el nuevo logotipo de Norma comprendí que mientras unos se modernizan, otros se quedan en la nostalgia.

El cuaderno más moderno y con más diseño en su portada que pasó por mis manos no fue el de Angry Birds, o el de las modelos Soho, ni mucho menos de un cantante de reggaetón. El más irreverente espacio para escribir fue el cuaderno clásico Jean Book. Hasta el diseño del jean que aparecía en su portada tenía bolsillo. Tengo nostalgia hasta de los bolsillos en los jeans.

Puede que recordar esa época de volver al colegio me haga sentir viejo, pero ante todo me hace sentir diferente. Yo soy de la generación que no usó Google para hacer sus tareas. Usamos Encarta. Eso marca una gran diferencia. Me atrevería a decir que nos tocó más difícil. Empezando por los mecanismos para archivar los trabajos. Todo era guardado no en una USB, o en un DVD o mucho menos en un CD. Todo residía en un Diskette Dysan de 5 1/4, bueno no todo, se necesitaba varios diskettes para guardar un solo archivo o programa. Apenas usé una USB hasta la universidad.

No aprendí con juegos como Angry Birds, sino con LOGO, esa monocromática tortuga que hacía líneas, círculos y demás figuras geométricas. Soy de la generación del Prince of Persia original. Uno de los primeros juegos en DOS que, para todo aquel individuo mayor de 20 años, fue más grande que Age of Empires, Need for Speed o el mismo Halo. Esto era pura aventura en una dimensión, y a pesar de su precaria animación, dejó más "ojos cuadrados" en dos décadas que cualquier juego de estrategia actual.

El regreso a clases, es un regreso al pasado. Un viaje que me recuerda que con tan poco se hizo mucho. Muy diferente a la actualidad donde con mucho se hace tan poco. Solo es ver los hashtags en Twitter o los memes en Facebook. Nos encontramos frente a un rebaño que no sabe a dónde va. La creatividad ha muerto para darle paso a la repetición de un mal chiste.

El regreso a lo básico y a lo simple deberían ser las herramientas para mejorar esta generación simplista, que por tener un iPad en sus manos sienten que ya lo saben todo.

miércoles, 16 de enero de 2013

La verdadera revocatoria

La posible revocatoria de Petro tiene a varios hablando, buscando planillas y entusiasmados con darle una lección al Alcalde. Sin embargo, desde ya les garantizo que esa revocatoria va a ser más decepcionante que Lance Armstrong porque esa iniciativa no va a prosperar.

De ningún modo estoy defendiendo a Petro, de hecho fue gracias a su administración que renuncié a mi condición de ser bogotano (vea aquí mi carta de renuncia). Detengámonos a pensar un momento, además de firmas la revocatoria implicaría votar nuevamente. He ahí la parte complicada. Firmar es poner un mamarracho en un papel, pero votar es poner un mamarracho en el poder.

Nuestro exotismo nos lleva a merecer los dirigentes que tenemos. Desde que elegimos a un lustrabotas para concejal de Bogotá cualquier cosa puede pasar y nada nos debe sorprender. Por eso tuvimos a Samuel Moreno y ahora tenemos a Petro.

El mecanismo de la revocatoria existe desde la constitución del 91 y jamás ha tenido éxito con ningún alcalde o gobernador, y eso que se se ha intentado más de 70 veces. Lo que me lleva a preguntarme si la verdadera revocatoria no sería contra aquellos que votaron por Samuel Moreno y por Petro.

Revocarle el voto a aquellos que condenaron a la ciudad eligiendo a esa clase de gobernantes es la verdadera revocatoria.

martes, 8 de enero de 2013

La tauromaquia y el fútbol

La escasez de noticias en los primeros días del año da para todo, incluso para que opiniones ignorantes lleguen a la primera plana:

"Julián López, el 'Juli', quien para la tauromaquia hoy es lo que Messi para el fútbol, dice que sin la suerte de matar el toreo no seria igual".

Definitivamente la tauromaquia es perversa. No contenta con matar a los animales ahora masacra al fútbol con comparaciones como esta, que aparece en El Tiempo en su primera página del 4 de enero.

No soy el más activista a favor de los derechos animales, de hecho como carne y me gusta. Ni siquiera soy vegetariano y no lo considero un gran logro que me haga mejor ser humano, les recuerdo que Hitler y Charles Manson eran vegetarianos. Sin embargo frente a la tauromaquia acepto que me da una sensación de justicia cada vez que un toro cornea a un torero.

No he ido, ni pienso asistir a un mal llamado espectáculo de esos, sencillamente desde lejos le hago barra al toro, en lo que siento que sería una auténtica barra brava. Incluso tuve la oportunidad de conocer a un joven torero y con mucho respeto me negué a verlo cuando me invitó, le respondí con total sinceridad que yo iba por el toro.

De este modo al ver el video de la dramática cornada que recibió el torero colombiano Alejandro Gaviria en Duitama, donde sufrió dos cornadas en el muslo izquierdo, una vez más siento que la justicia es darle a cada quien lo que se merece. Y continuando con la comparación con el fútbol, al parecer este torero sería lo que hoy es Gerardo Bedoya para el fútbol, un chambón más.